Hola lector!

Una sonrisa tuya es un libro que llevo algún tiempo escribiendo, y me pareció una buena idea compartirlo para con quisiera pasar un buen rato leyéndolo.
Es una comedia romántica de la que actualmente tengo 19 capítulos escritos y que va increscendo.

Si estas leyendo esto, esque ya diste un paso entrando en mi blog y por ello te doy las gracias. Así como animarte a seguir leyendo.

Espero que disfruteis tanto leyendo como yo lo hago pensando y escribiendo la historia de Marta.

Se agradecen los comentarios!! y recomendaciones para seguir escribiendo jeje

24 de septiembre de 2011

Capítulo 6

Esta bien, dio una pequeña cabezada pero, ¿cómo no darla?. Que venga alguna otra de sus clientas y le diga que a ellas nunca les ha pasado ¡seguro! Si era imposible que no pasara...
Desde luego eso de cambiar de peluquero, sólo por el simple hecho de recibir ese masaje, ya merecía la pena...

Daniel por el contrario, estaba tan sumamente concentrado en intentar dar el masaje de su vida, que ni se había dado cuenta de ese cabezazo de su clienta, cosa que Marta agradeció infinitamente.

Al cabo de un rato Marta no pudo resistir más:

- Como sigas masajeándome de esa manera, no respondo de mis actos...
- Perdón, es que cómo te veía sonreír tanto pensé que te gustaba y se me olvidó parar- ¿se abría pasado? Esperaba que no.
- Jajaja, y así es, me encanta, es el mejor masaje que me han dado en los días de mi vida, pero es que me estoy relajando tanto, tanto, que voy a caer dormida en cualquier momento.
- Bueno, pues paro y aprovechamos para hablar de cómo vas a querer esas mechas, ¿de acuerdo?
- De acuerdo

En ese preciso instante, Daniel retiró las manos de su cuero cabelludo, y tan sólo un segundo después de hacerlo, Marta ya lo echaba de menos...

- Mechas, ¿de qué color?
- Rubias
- ¿Rubias?
- Si, rubias
- ¿Ningún otro color?
- No
- ¿Castañas?
- No
- ¿Morenas?
- No
- ¿Azules? ¿Moradas? ¿Rojas? ¿Naranjas?
- No, no, no y no. Sólo rubias.
- Pero...¿porqué?
- Aunque te parezca increíble por un sencillo motivo...
- ¿Y le importaría a la señorita decirme cuál ese sencillo motivo? ¿O aparte de sencillo es secreto?
- Bueno... no se yo...
- ¡Eh!, no te sientas obligada...
- Jajaja, es broma hombre, te explico: yo siempre he tenido el pelo rubio, desde pequeña, y ahora que se me ha oscurecido, si no me veo con algo rubio en la cabeza, no me siento yo misma. Además, mi pelo ya llama suficientemente la atención como para ir poniéndole colores extraños.
- Uno, tu pelo llama la atención por lo bonito que es. Y dos, no son colores extraños, ¡están muy de moda!
- ¡Ay perdona! ¿Y porque estén de moda eso ya significa que no llaman la atención ni son colores extraños?
- Eh...- Vale, reconocía que ahí lo había pillado, pero no veas la niña, tenía respuesta para todo, y además todo segura que estaba de lo que decía...- esta bien, ya no te discuto más, rubio, y no hay mas que hablar
- Gracias.

Mientas Daniel preparaba el color y los papelitos de plata para hacerle las mechas, a Marta le dio por mirar ese enorme reloj de la pared del fondo. ¡Oh no! ¡Eran ya las 12:30!

- Me preguntaba...
- Dime.
- Por casualidad...¿no sabrás si para las 14 habremos terminado?
- Pues... no creo, ¿porqué? ¿tienes algún problema?
- Es que justo a esa hora había quedado para comer...
- Lo siento, si quieres que paremos aún estas a tiempo – mierda, seguro que era el novio, ¿cómo no?
- No, no, sigue, sigue, lo llamaré para cancelarlo. No te preocupes.

Por nada del mundo pensaba irse de aquel sitio, además, ¿para qué? Si seguro que si después se lo contaba a Marcos éste le hubiera reñido por dejarlo allí para ir a comer con el...Así que cogió el móvil y lo llamó. Un tono... dos tonos....tres tonos... para variar no lo cogía. Que inoportuno que era el chico. Cuatro tonos...

- ¡Hola Martita! ¿Ya no te acuerdas dónde habíamos quedado o que?
- Hola cariño, si que me acuerdo, ¿cómo crees que no me iba a acordar de lo dónde quedo contigo? Ya te he dicho mil veces que, aunque parezca mentira, te escucho cuando me hablas

Daniel ya no necesitaba escuchar más. Definitivamente era su novio, ¿a quién más si no iba a hablarle así? Adiós a sus planes de conquista. Mechas, peinaito ligerito y, ¡a casita!.

- Así me gusta. Entonces, ¿qué pasa? Es raro que me llames un día a estas horas si no es para preguntarme eso..
- Lo se. Es que estoy en la peluquería y no creo que me de tiempo de acabar para las dos.
- ¿Tu? ¿en la peluquería? Un día entre semana, por la mañana, ¿en la peluquería? Dime Marta, ¿qué te pasa? ¿estas bien?
- Déjate ya de coñas hombre. Te resumo: sueño realista cruel, mañana horrible, bus tarde, atasco de película, lluvia sin paraguas, bar de viejos (con todas sus consecuencias), peluquería a la vista, conclusión: no llego para comer

A eso si que se le podía llamar resumir. Daniel se estaba quedando impresionado. Ya sabía que escuchar conversaciones agenas estaba mal, pero lo tenía tan fácil... Aunque si todo aquello era cierto, a la pobre le había pasado de todo...

- Vaya, ¿así sin mas?
- Así sin mas, pero todo very well.
- ¿Very well? ¿cómo de well?
- Very, very, very, very well
- No hace falta que digas más, ¡perdonada! Pero en cuando que llegues a casa, llámame y me cuentas. Eso si hay vía libre...
- ¡eh! ¡No te pases! ¡la habrá!
- Eso nunca se sabe...
- Tu no, pero yo si. Dale un besote muy gordo a Marian de mi parte, ¿ok?
- Ok. Y a por todas!
- Eso siempre.

Lo genial de tener un amigo tan íntimo, desde hacía tanto tiempo, es que ya habían creado su propios códigos secretos, con los que hablar de cualquier cosa delante de otros sin que nadie se enterase de nada. Por ejemplo ese very well, que significaba que había un hombre de por medio que estaba muy bien. Además se utilizaba cuando solía ser el motivo de una excusa. Pero tenía que volver a lo que estaba: Daniel.

- Lo siento muchísimo, ya esta todo arreglado. Menos mal que su novia siempre está dispuesta a salir, porque no había sacado nada de comer. Hombres...

Así que se había equivocado. ¡No era su novio! Eso era una señal, ahora o nunca.

- ¿Y tu? ¿Habías sacado algo de comer?
- Mmm.. la verdad es que no, ahí me has pillado... Pero bueno, por muy vacío que esté el frigorífico, siempre hay algo comestible escondido por alguna parte de él.
- Yo preguntaba, porque como aquí vamos a acabar bien tarde, por si querías almorzar conmigo... –por favor, por favor, por favor...-
- No me gustaría ser una molestia... – por favor insiste, por favor insiste, por favor insiste-.
- Para nada, no eres ninguna molestia para mi. Insisto, quédate, ¿o es que tienes algo mejor que hacer? – di que no....-
- Pues... la verdad es que no....
- Entonces sólo te queda una pregunta que responder: ¿te gusta la pasta a la carbonara?
- Me encanta - ¡siii!
- Pues entonces no se hable mas. Te quedas a comer conmigo - ¡toma ya!-

3 comentarios:

  1. Pauli sube muchos mas! que me dejas superintrigaaaa!!! en lo mas interesante me lo cortas!! me encanta tu book :D QUIERO MAS CAPITULOS :) te quiero bonita!

    ResponderEliminar
  2. jajajajajaja

    mi primer comentario, que ilusion ^^
    muchas gracias por escribir miko ^^

    me alegro que te esté gustando, me tienes que decir que te esta pareciendo con mas profundidad, y que te gsutaría que pasara.

    los capítulos irán apareciendo poco a poco, que tengo que seguir escribiendo etc :P

    me alegro de que te deje intrigada, eso significa que cumplo con mis objetivos ^^

    un beso, y gracias de nuevo :)

    ResponderEliminar
  3. k buen libro paulinchiiiiiiiiiiiii me tienes todo enganchado,ejejeje,ya sabes a segir escribiendo y a editarlo,,fijate k yo no soy muxo de leer y este libro me lo estoy leyendo de un tiron para no quedarme mucho tiempo con la intriga,jejeejje
    firmado: un segidor de paulinchi,jejeje

    ResponderEliminar