Hola lector!

Una sonrisa tuya es un libro que llevo algún tiempo escribiendo, y me pareció una buena idea compartirlo para con quisiera pasar un buen rato leyéndolo.
Es una comedia romántica de la que actualmente tengo 19 capítulos escritos y que va increscendo.

Si estas leyendo esto, esque ya diste un paso entrando en mi blog y por ello te doy las gracias. Así como animarte a seguir leyendo.

Espero que disfruteis tanto leyendo como yo lo hago pensando y escribiendo la historia de Marta.

Se agradecen los comentarios!! y recomendaciones para seguir escribiendo jeje

2 de octubre de 2011

Capítulo 8

Querido diario:

¿Cómo estas? Se que hace mucho que no escribo en ti. De hecho desde que conocí a Marcos no he vuelto a escribirte. El me hizo ver que qué mejor que escribir un diario que tener un amigo al que contarle las cosas. Y así lo hice. Le cuento todo a el, y a ti te dejé un poco de lado.
Lo siento. Lo último que te escribí era que tenía el mejor amigo del mundo, y aunque no cambio eso por nada del mundo he de reconocer que a veces una tiene que escribir ciertas cosas para no olvidarse jamás de ellas.

Todo el mundo dice siempre una expresión, que hasta hoy no había comprendido demasiado, pero creo que tiene una verdad absoluta. Si, absoluta. Y a partir de ahora le haré caso al ciento por ciento.
¿Que qué expresión es?
Sencillo:

“MAS VALE MALO CONOCIDO QUE BUENO POR CONOCER”

Si ya lo decía yo. Eso de probar nuevo peluquero no es para mi. No me gustan los experimentos. Yo era feliz yendo a mi peluquero de toda la vida. ¿Que tenía un peinado un poco ortera? Si, pero me da igual. ¡En mi pelo no se nota!
Lo que si que se nota es un pelo quemado y chamuscado. O peor: la ausencia de pelo.

Vale que al final todo haya quedado en un susto. Pero bueno, podría haber sido algo muy fatídico. Nunca antes me había llevado un susto así. Me he visto con la cabeza rapada. Que horror.

Aunque he de confesar que me da un poco de lástima el chico. Me he ido corriendo y lo he dejado con el almuerzo a medio preparar. Aunque tampoco entiendo muy bien porqué me invita a comer si esta claro que no le gusto...
Definitivamente los hombres son muy complicados. Yo se que soy un poquito exigente, pero tampoco es para tanto. Solo quiero que me quieran. Digo yo que no es un imposible, ¿no?

Pues me tenías que haber visto saliendo de allí como una loca. Cuando salí a la calle me pareció mentira. Por fin respirar un poco de aire fresco.
No recuerdo ni tantas horas estuve allí dentro, solo se que cuando salí, el trafico estaba ya bien. Y cogí el bus de regreso a casa.

Me siento un poco culpable, no he estudiado en todo el día. Pero lo llevo bien, así que no me voy a agobiar. (Por mucho trabajo que me cueste).

Nada mas salir llamé a Marcos. No salía de su asombro. Si es que tiene razón, soy un completo desastre. Aunque creo que no tengo toda la culpa. Si yo soy desastre, y los chicos con los que parece que va a pasar algo también lo son, pues normal que el resultado final sea un desastre total.
Me dijo que llamara a Carlos y esa gente, que iban a ir a una fiesta, pero que el no podría ir porque había quedado con su novia. Las novias... Siempre las novias...

Total, que llamé a Carlos y estaba con Julio. Se dedicaron a intentar convencerme para ir a una fiesta.  Aunque no se para qué te digo que estaban intentando convencerme, ya que al final me han convencido. Yo no tengo la culpa de no saber decir que no.

La culpa de haberme convencido tan rápido también se debe a que me han dicho que va a ir Javi.
Si, Javi, ¿te acuerdas de el?
Dios, hace mil que no te hablo de el. Javi es el amigo de Carlos. Bueno, no exactamente amigo, simplemente estudia con el en la facultad. También estuvo hace poco en una asignatura de libre configuración conmigo. No he hablado con el nunca, pero se ve tan mono...
Carlos me ha hablado muy bien de el.

Así que aquí estoy, acabada de duchar, en albornoz, toalla en la cabeza... Como me gusta...
Y como voy un poco adelantada de tiempo, pues me he puesto a escribirte. Me dije que solo te escribiría una hoja, pero no lo puedo evitar.
Ahora estoy intentando decidir qué ropa me pongo. No se cómo va a ser muy bien la fiesta. No se si ponerme vestido, pantalón de traje, tacones, zapatillas,...
Iré a lo seguro: sandalias con un poco de tacón, pantalones largos vaqueros, camisa de mangas cortas, pelo suelto y pañuelo en la cabeza a juego con la camiseta. Pintada ni mucho ni poco, lo justo. Así seguro que no fallo.

Y dicho esto, me voy a terminar de arreglar que al final se me hará tarde y todo. ¡Y odio llegar tarde!

Me ha encantado volverte a escribir. Quizás lo vuelva a hacer.

Un beso

Marta

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